El cabrito lechal

Nuestro cabrito lechal  se alimenta exclusivamente de leche materna hasta su sacrificio. Justo en ese momento es cuando el cabrito tiene la proporción idónea de músculo, hueso y grasa. El cabrito lechal tiene una carne de color blanquecino rosado, de olor poco intenso y de sabor suave y agradable gracias a alimentarse exclusivamente con leche materna. Es una carne tierna, muy saludable, de gran jugosidad y suave textura. Por tanto, la leche de nuestras cabras es clave para lograr un cabrito de alta calidad.

En nuestra ganadería lo sabemos y por eso alimentamos a nuestras cabras mediante el pastoreo de los mejores montes y la complementamos con forrajes, henos, paja y cereales que nosotros mismos cultivamos, utilizando métodos para obtener los mejores alimentos. Además, cuidamos de cada cabra de forma individual, graduando su alimentación, su bienestar y manteniéndolas sanas. De esta forma podemos obtener una leche de gran calidad, lo que resultará en unos cabritos sanos, tiernos y con un sabor insuperable. Y unos quesos exquisitos.

Raza, alimentación y sostenibilidad

Disponemos de un excelente rebaño de cabras de raza autóctona. Viven en libertad alimentándose de bellotas, hojas de carrascos y robles, trébol, alfalfa, forrajes verdes, cereales y pastos. De ellas, obtenemos un cabrito lechal alimentado exclusivamente de leche de cabra durante 45 días: el mejor cabrito lechal.

Nuestra finca, ubicada al pie de la Sierra de Francia (Salamanca) a más de 900 metros de altitud, ofrece más de 3.000 metros cuadrados por cabra para su pastoreo diario. Una alimentación 100% natural, unida a un cuidado personalizado para cada cabra del rebaño y la experiencia de toda una familia dedicada al ganado caprino durante generaciones, nos permiten obtener un cabrito lechal único.

Estamos totalmente comprometidos con el medio ambiente, la sostenibilidad y la innovación como base para obtener la máxima calidad en nuestros cabritos lechales. Generamos nuestro propio abono para fertilizar nuestras tierras abandonando. Mantenemos limpias las praderas. Nuestras cabras producen el abono que hará que se reinicie el ciclo vital. Nuestro rebaño es clave en la prevención de incendios en nuestros montes.